Especial artes visuales: Santiago Errázuriz

Búsqueda, Insistencia, Conexiones

 

Por: Simón Cruz

Fotografías: Claudio Caiozzi y Raimundo Lagos

 

 

Santiago Errazuriz, artista visual Chileno, reconocido por la versatilidad de su trabajo, el uso de los espacios cotidianos como parte de su escenografía, las influencias chamánicas, y una muy interesante mezcla de cultura y espiritualidad.

 

 

Sus intervenciones abarcan múltiples escenarios, desde lo callejero con sus murales, textos y dibujos, hasta su fuerte presencia en los medios sociales. Y es que para Santiago, el arte está presente en todas partes, en todas las cosas y en todos los medios, transformando de esa forma, los “likes”, para convertirlos en una herramienta en la que las personas pasen a formar parte del proceso por medio de esa interacción, y utilizando el mercado como otra de las variantes en las que el arte puede estar presente.

Su trabajo deja en manifiesto un gran conocimiento y un estudio del arte clásico, muy apreciable y distinguible en sus dibujos, de autores que han marcado etapas del desarrollo artístico histórico a nivel mundial, y al mismo tiempo logra hacer que convivan las corrientes más contemporáneas espirituales junto con grandes periodos del arte antiguo. Sus referentes abarcan figuras nacionales sumamente reconocidas, como Juan Pablo Langlois, (Arquitecto, Lic. en Artes y escultor), y otros grandes personajes extranjeros del siglo pasado, como William Morris, (Arquitecto, diseñador y maestro textil. 1834-1896). Teniendo lo anterior en consideración al momento de ver sus obras, es que se puede explicar, en parte, la riqueza de sus piezas.

 

 

Santiago, no solo interviene los espacios públicos masivos como muros, puertas o paraderos de micro. También crea piezas exquisitas que se transforman en objetos de culto, y ¿por qué no?, coleccionables y muy decorativos.

Cada una de las piezas que crea, tienen una parte de su esencia impregnada en ella. Su trabajo desborda pasión, y atención a los detalles, sobretodo en aquellas en las que la figura humana cobra el valor de objeto de atención central, con sus proporciones perfectas, los pliegues en la piel y la simetría de sus partes. Es muy potente la forma en que plasma las siluetas.

 

 

Errázuriz, pareciera tener una visión del arte mucho más global. Mucho más potente y con un sin fin de variantes a explotar, desde las vitrinas que utiliza para crear y exponer su trabajo, hasta los medios a los que llega. Lo mismo con los colores y formas que ilustra. Su versatilidad es apreciable desde sus trabajos más sencillos, hasta las más complejas, en cuanto a los colores, claramente la monotonía no es parte de sus registros, independiente de que algunas de sus piezas se base en imágenes repetidas miles de veces hasta lograr un patrón con el que tapice algún muro en el medio de la ciudad.

 

“La colaboración y rigurosidad (…) todo parte entre el oficio y los vínculos humanos que nos ayudan a encontrarnos con uno mismo”, dice el artista. Santiago tiene el sentido del compañerismo y rigurosidad fuertemente desarrollados, lo mismo con su faceta personal y su lado más lúdico. De carácter afable y siempre buscando el diálogo con sus pares, gran parte de su trabajo pareciera reflejar matices propios del desarrollo sociocultural contemporáneo, oculto entre grafitis, textos e imágenes que evocan situaciones y cuestionamientos cotidianos. Su manifestación artística es como un llamado a la introspección, pero desde un punto de vista más contemplativo.

Actualmente se encuentra desarrollando una nueva puesta en escena denominada “Subconjuntos” de la mano del colectivo Ecuco, conformado por él en conjunto con Gonzalo Miralles y Raimundo Arrau. En esta ocasión, invitaron a participar a Vito Márquez, de Argentina, y colaboran también con Germán Tagle.

 

Parte de la visión de Ecuco es ser un colectivo artístico que realiza intervenciones de espacios, en base a la construcción de un relato utilizando diferentes herramientas, las que van desde lo pictórico, pasando por la poesía y lo instalativo, entre otras variantes y disciplinas. Muy acorde con la línea personal de trabajo de Santiago, ligado a la búsqueda, la insistencia y las conexiones.

Lo interesante de esta muestra es que de por sí ya es una experiencia, conformada por siete esculturas creadas en conjunto con los demás exponentes, y con objetos cotidianos. Sus obras tienen un gran carácter escenográfico, y eso lo vuelve aún más atractivo, tanto para los que observan, como para los que se animen a interactuar un poco más allá. La propuesta es bastante completa y compleja a la vez, tratándose de artistas con visiones y disciplinas diferentes.

 

 

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