Nuevas materialidades desde la conexión territorial
Por: Claudia U.Bello
Ubicados al sur de Chile en la humedad de la ciudad de Valdivia, se encuentra el Laboratorio de Biomateriales de Valdivia (LABVA) quienes desde el año 2018 han transformado la forma de producir materialidades experimentando e investigando con materias primas naturales nativas del territorio, desechos antrópicos (desechos industriales y/o domiciliarios), el cultivo de organismos y la cocina molecular.
Con un equipo multidisciplinario, LABVA comprende que la producción nuevos materiales va muy asociada a una nueva cultura sobre la materialidad, desde el respeto y la valoración del territorio y sus comunidades humanas y sobre todo no humanas, es por esto que Valdivia pareciera ser el lugar perfecto para este proyecto ya que cuenta con una gran diversidad de ecosistemas presentes desde la cordillera hasta la costa y además, tiene una destacada presencia cultural de prácticas artesanales.
Pero, ¿Cómo se hace un biomaterial? El laboratorio utiliza dos técnicas; a través del cultivo de organismos o “GIY” (Grow it yoursel) como hongos, por ejemplo y también a través de la técnica de aglomerables o “CIY” (Cook it yourself) que es como una receta de cocina para el desarrollo de estas nuevas materialidades. Es así como han experimentado con cultivos, fermentos y hongos, además de materiales hechos con algas, cuescos de paltas, cáscaras de huevo, cenizas y otros materiales extraídos de la naturaleza como hojas, plantas y frutos.
Para María José Besoain, Arquitecta y una de las fundadoras de este laboratorio, el proceso de producción de estas nuevas materialidades nace de la idea de consumir solo lo necesario y eliminar el concepto de desecho o lo desechable.
“Darle nuevas formas a la materia y reutilizar la energía que le significó a la naturaleza el generarla y alargar sus posibilidades funcionales antes de que entre nuevamente al ciclo biológico. Esto significa asegurar también que la descomposición de esta materia nutra nuestro entorno y ecosistema. El ser amigables con el medio ambiente tiene que ver con entender las temporalidades, lo que demoran realmente las cosas y los costos asociados en todos los ámbitos de la producción. Vivimos en una época en donde el tiempo se ha distorsionado a tal punto que es más barato utilizar materias primas finitas que provienen de procesos químicos y físicos que han demorado millones de años y que son extremadamente contaminantes, como es el caso con los petroquímicos, en vez de poder crecer o componer nuestros materiales de acuerdo a nuestras necesidades”.
Medio ambiente y territorio
La actual crisis climática ha obligado a las diversas áreas de creación de productos a innovar y reescribir la forma de diseñar y elaborar materiales que tengan coherencia y sean flexibles a las modificaciones que puedan suceder en los contextos locales como mundiales.
“La biotecnología está avanzando rápidamente en los ámbitos de moda y diseño en la generación de materialidades y procesos que produzcan menor impacto. Con la ayuda de microorganismos como levaduras modificadas genéticamente ya se puede producir seda, o por ejemplo, modificando microscópicamente una superficie podemos crear colores estructurales como los que poseen las mariposas o las plumas de los pavos reales. Con ayuda de bacterias podemos generar desde celulosa a tintes naturales, y con desechos agrícolas podemos alimentar hongos para generar ladrillos. Todo esto deriva de un mayor entendimiento, observación y hasta contemplación de la naturaleza y de sus procesos y el desafío tiene que ver con no caer en dinámicas de explotación de otras especies en pos de surtir al mundo de productos sustentables”.
La creación de biomateriales no solo un trato justo con el medio ambiente sino que también va de la mano con un cambio cultural en la correspondencia del uso y aplicación de estos biomateriales, va de la mano con un consumo ético en donde se pueda educar y vincular al territorio con el origen de la materia, sus temporalidades y estacionalidades, y también, valorando la degradación como parte de nuestros procesos del ciclo material.
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