La visualidad de Val Palavecino “Estoy dándole movimiento a mis imágenes fijas”
Por: Claudia U. Bello
Valentina comenzó su carrera como fotógrafa de conciertos por allá en el 2016 y desde entonces, se ha convertido en el ojo que ha documentado y retratado a artistas nacionales como Francisca Valenzuela, Mon Laferte, Gepe, Camila Moreno, Princesa Alba y una lista que suma y sigue.
Con apenas 17 años, la Valpa entró al mundo de la música y los conciertos de manera autodidacta y con muchas ganas de aprender. Al principio buscaba los mejores lugares de los eventos para fotografiar, se conseguía lentes grandes si no podía estar cerca y estaba atenta a todo para poder plasmar el momento perfecto del show.
“Fui un poco infantilizada y ridiculizada muchas veces, porque tenía una cámara pequeña pero filo, mis ganas eran más grandes. (..) Y de repente de ser amiga de los guardias de los eventos para que me dejaran pasar adelante a sacar fotos, pasé a conocer a los managers y a conocer a las bandas y que me dejaron registrarlos. Mi mayor deseo en ese momento era entrar al backstage porque la fotografía documental siempre me ha gustado”.
Fue así como comenzó a registrar aquellos momentos íntimos que solo ocurren en el backstage y a explotar su talento en fotografiar el escenario . “Fue mucho análisis a la performance del artista y saber lo que iban a hacer en ciertos momentos. Esa pega me la dí para que ellos también supieran que yo tenía estudiado su show y que podía retratarlos mejor” comenta Valentina.
Fotografía fija y análoga
Fuera de los conciertos, la inquietud de Valentina la llevó a realizar fotografía fija en rodajes de videoclips y otras piezas audiovisuales de la mano de su amiga y directora Camila Grandi. Además, ha realizado dirección creativa y fotografías para álbumes y singles.
“… En mi rol de foto fija estoy atenta a dos escenarios. Por un lado, capto lo que está sucediendo delante de la cámara, cuál es la efervescencia de la escena y así mostrarla por completo. A la vez, tengo un ojo puesto en lo que sucede detrás de cámara, esa es mi manera de decir: ‘miren, aquí trabajó mucha gente talentosa, esto hacen’. Develar el proceso y luego el producto final es mágico y en estos tiempos, necesario. Permite que las personas identifiquen y valoren a cada integrante del equipo, y que sientan que elles también pueden hacer algo así. Me pone contenta hacer ese aporte ya que acerca a la gente a la creación y abre posibilidades de inspiración y reconocimiento a quien sea que lo vea.”
Por otro lado, la fotografía análoga comenzó a funcionar como una especie de terapia para bajar las ansiedades de un trabajo en constante movimiento, lo cual convencieron a Valentina de retratar y documentar en este formato valorando el tiempo y la lucha entre lo instantáneo. “Con la fotografía análoga me volví más paciente. Antes tenía mucha ansiedad de que todo saliera bien, no estaba tan familiarizada con el error. Haciendo este tipo de fotografía comprendí la naturaleza y la sabiduría que hay en lo inesperado. Como dijo Brian Eno, intento ‘honrar mis errores como si fueran intenciones ocultas’. Siguiendo ese camino ahora tengo mucho material inédito, que me lo imagino en exposiciones, me lo imagino en fanzines, creo que me fui mucho más a lo tangible del arte, al papel, al recuerdo que puede tener espacio en tu pieza o en algún lugar sagrado. Eso me parece mucho más cálido que tener la foto lista y decir: “te mandé el correo” y ya”.
Lo visual como flanco de lucha
Tres meses después de la revuelta, Sofía Esther Brito llama a Valentina para contarle sobre un proyecto que salió tras conversaciones con amigas y también otras mujeres, el libro “Por una Constitución Feminista”, texto que reúne el punto de vista de diversas mujeres chilenas en torno a cómo realmente se podría tener una constitución feminista. Sofía invitó a complementar los relatos con imágenes, las cuales fueron fotografías tomadas por Val durante el estallido social.
“Cuando lo tuve en mis manos y ví a las personas que estaban en el libro casi me desmayo porque admiro a muchas. (..) Siento que armamos este libro y esta guía feminista para que cualquier persona que la vea logre imaginarse un mundo mejor, con perspectiva de género y derechos humanos garantizados. Para mí es honor contribuir con retratos de mis amigas, mujeres grandiosas. Esa es mi paga finalmente, que este libro exista, que fotos que tomé sin ningún otro propósito más que recordar estén ahí, graficando la revuelta y el proceso hacia la nueva constitución, que ya es un hecho histórico.”
Las fotos tomadas durante la revuelta tomaron otro sentido meses después en este proyecto e inspiraron a la artista a estar en una constante observación de su entorno y cotidiano, cambiar los referentes europeos y crear una identidad latinoamericana fuerte a partir del trabajo colaborativo. “Crear referentes, crear libros, aportar con mis fotos en lo que sea, apoyar y colectivizar, eso creo que es mi manifiesto como artista”.
Durante estos meses de encierro, Valentina nos contó que estuvo haciendo clases online sobre fotografía análoga, en una especie de “hacerse cargo” para traspasar sus conocimientos, vendió alguna de sus fotografías y además ha estado ahondando en lo audiovisual dirigiendo videoclips, registrando para cortometrajes y documentando fragmentos, entrevistas y reflexiones que ha podido hacer en el encierro.
“Durante este encierro levanté varios proyectos que no necesariamente tienen que ver directamente con la fotografía. Experimenté por primera vez lo que es dirigir un videoclip y aprendí métodos nuevos para mí como la cianotipia ( técnica de impresión fotográfica por contacto a través de químicos y luz solar). Además, el tiempo pausado permitió darle énfasis a proyectos que estaban más lentos. Por ejemplo, con mi novie, Jota, disfrutamos mucho crear juntes y lo más reciente que hicimos fue un cortometraje, dirigido por él, sobre el uso de compresores de pecho en personas trans y estoy muy ansiosa porque ese material vea la luz. En general, en pandemia he aprendido que el mundo audiovisual me cala hondo y gusto de dar movimiento a mis imágenes fijas.», finaliza.
Puedes seguir el trabajo de Val en su instagram
sol palavicino
Es un diamante en bruto mucho talento creatividad…Mujer fuerte valiente empatica actual…