¿Quién es Villano Antillano? Visibilizando el Rap LGBTI+

La jerarquía de los invitados a las sesiones de estudio del productor argentino Bizarrap ha ido creciendo exponencialmente a medida que sus seguidores y reproducciones se multiplican. Comenzando con raperos y freestylers del cono sur, el argentino ha llegado a trabajar con figuras como el cantante de reggaeton old school Nicky Jam, la «trapera» norteamericana de padres mexicanos, Snow Tha Product, y el ícono del afro trap, el parisino MHD.

Es que la popularidad del canal de YouTube de las BZRP Music Sessions, con más de 14 millones de suscriptores, ha saltado todos las fronteras de países e idiomas, y ahora también está causando noticia por invitar a una rapera abiertamente LGBTI+ en uno de sus nuevos episodios. La aparición de la artista visual y cantante Villano Antillano, puertorriqueña de género no-binario, ha sido una refrescante jugada.

Claramente forma parte de un guiño al contexto que representa el mes de junio, enmarcado en la conmemoración del Día del Orgullo. Más allá de lo que podría parecer un truco publicitario, no deja de ser importante ganar espacios en plataformas de tal tamaño, sobre todo en el contexto de la música de corte callejero en Latinoamérica, donde aún no es tan común tener este tipo de discusiones.

En la escena musical de Estados Unidos, cuna del rap y de los estilos que se suelen encasillar en la etiqueta de urbano, la confesión digital que reveló la orientación sexual del cantante de R&B Frank Ocean el año 2012 provocó la reacción de íconos de la talla de Jay-Z, Tyler The Creator y Solange Knowles. Otro personaje que causó gran impacto con su música y su personalidad, mucho más abiertamente queer, es Lil Nas X. Luego del éxito de su single «Old Town Road», las letras y el contenido audiovisual del nativo de Georgia comenzaron a tener una marcada referencia a su sexualidad.

Más alejados del mainstream, nos encontramos a figuras como Cakes The Killa, quien apareció en el reality de competencia Rhythm + Flow en Netflix, conducido por Cardi B, T.I. y Chance The Rapper, así como Big Freedia, la «reina del bounce». Originario de New Orleans, el bounce es un subgénero del hip-hop y es donde se origina el estilo de baile del twerk, por lo que no es extraño que entre las colaboraciones del referente LGBTI+ del bounce, que se identifica como el/ella, se encuentran personajes como Diplo, DJ Snake, Lizzo e incluso la española Mala Rodriguez.

No ha sido un camino fácil, pero de guste a quien le guste (y a quien le disguste también), en distintas escenas se van incorporando nuevos discursos y se van desarticulando los géneros, tanto musicales como de identidad. En Chile, algunos artistas que están siendo vocales respecto a su orientación, dentro de estas diversidades nos encontramos a la rapera AKRILLA, que a pesar de no basar sus letras en torno a discursos, es clara en definir sus preferencias. Otro artista emergente es Valenciaga Falsas, quien inició su carrera con letras de fuerte crítica social, está enfocando su carrera en una exploración más abierta y desprejuiciada, hablando abiertamente de su homosexualidad y lo que ello conlleva.

Idealmente, no deberíamos basar la conversación sobre el trabajo de un artista, en torno a con quien o quienes eligen compartir en la intimidad, pero entendiendo que en ciertos espacios han sido silenciados o directamente discriminados, es bueno dar visibilizar a quienes han sido siempre dejados fuera. Al poner un foco en los artistas de la comunidad LGBTI+, más que hacerles un favor, nos podemos encontrar con una intensidad, un sentimiento y una actitud que rompe todos los estereotipos, entregando una brisa de aire fresco a los géneros musicales.

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