Rebeldía, resistencia y hip hop
Por Felipe Saldaño Valladares.
Fotografía: Revive The Cool
Dirección creativa: Paul Bui
Estilista: Yuhi Kim
Maquillaje: Kento Utsubo
Queer: Término global tomado del inglés, que se asocia a lo «extraño» o «poco usual». Se emplea para designar a personas que no se identifican con los modelos de género binario hombre-mujer.
El hip hop ha sido conocido durante mucho tiempo como uno de los géneros musicales menos amigables para la comunidad LGBT, con un cuerpo significativo de música que contiene imágenes homofóbicas y letras antigay (Googlear Eminem + Homophobia arroja más de 9 millones de resultados, por decir algo). Sin embargo, desde principios de los 2000 ha florecido una comunidad de productores, activistas e intérpretes de hip hop que están rompiendo las barreras y ejerciendo influencias de diversa naturaleza sobre una industria que mueve miles de millones de dólares al año y cuyo influjo cultural recae sobre millones de jóvenes alrededor del globo.
Según Wikipedia las etiquetas como Homo Hop o Queer Hip Hop agrupan a artistas que se identifican como miembros de la comunidad LGBT en un subgénero del hip hop basado únicamente en su sexualidad. Se puede decir que estas etiquetas no están marcadas por ningún estilo de producción específico, ya que los artistas dentro de ella pueden asociarse simultáneamente con casi cualquier otro subgénero del hip hop, o también pueden hacer música que queda fuera del género por completo. Más bien, se definen por un compromiso directo con la cultura LGBT en elementos tales como las letras y la presentación visual del artista. Su adscripción al movimiento tendría, al menos en parte, una raíz extramusical relacionada con historias de discriminaciones simultáneas, lo que la teoría llama interseccionalidad.
En ese sentido, el queer Hip Hop parece más un movimiento político que un género musical. El documental Pick Up The Mic (2006) sirve a efectos de sostener esta tesis: ocupado en recoger las bases de un movimiento llamado originalmente Homo Hop, la película no sólo pone de relieve el talento musical de un grupo de seres humanos, sino que afirma la idea de que los artistas LGBT del hip hop más underground han debido soportar por años el impacto de discriminaciones simultáneas por motivos raciales, de género, sexuales y otros, dando cuenta de niveles y jerarquías en materia de discriminación y exclusión social, heavy. Pero calmao, un grupo de diversos artistas viene capitaneando cambios éticos y estéticos al estilo Charlize Theron en Mad Max.
Venus X se alza como una de las caras visibles del movimiento. Se desempeña como DJ y es hija de inmigrantes latinos. Agresiva y revolucionaria, es también la fuerza detrás de GHE20GOTHIK, su sello discográfico y nombre de unas fiestas queer que organiza a las que todo el mundo quiere ir. Radicada en Londres, hoy por hoy, es embajadora de la marca de zapatillas Nike. “Creo que ser DJ es ser alguien interesado en la sociedad. Me preocupan las instituciones que oprimen a la gente tanto como la música y cómo esta es usada para controlar la cultura, con toda la magia y brujería que hay detrás. Estoy obsesionada con estas cosas”, señaló hace poco al canal Vice.
Otro ejemplos es Michael David Quattlebaum Jr., más conocido por el nombre artístico Mykki Blanco. Un rapero travestido, gay, artista de performance, poeta y activista estadounidense. Vino a Chile en 2014 y ha desarrollado un personaje que le permite hacer y decir lo que quiera. Será hombre o mujer o ninguno de los dos según le cante el culo. Tricky lo invitó a cantar en su último disco y estos días trabaja junto a Kanye West en la producción de un disco para Teyana Taylor, actriz y bailarina gringa.
En julio de 2012 Frank Ocean, uno de los artistas afroamericanos más talentosos de los últimos lustros, hacía pública una carta donde salía del clóset para asumir su predilección por los muchachos. Era el primer rapero de las grandes ligas en asumir una sexualidad divergente; parece mentira que pasó hace apenas seis años. Su disco Blonde (2016) tiene un score de 9.0 de un máximo de 10 puntos en el sitio especializado pitchforkmedia.com y cuenta con la entusiasta participación de Johnny Greenwood, guitarrista de una banda llamada Radiohead.
La prominencia repentina de estos y otros artistas como Syd al frente del colectivo The Internet, Le1f o el performance de rap House Of LaDosha resultan tan intrigantes como inevitables. Parece ser que la aparición de raperos queer en la última década ha provocado una crisis de identidad para el hip hop, suavizando el tono tradicionalmente hipermasculino del género para transformarlo en algo sexualmente más abstracto, estéticamente más refinado y moralmente menos rígido. El futuro no está escrito y puedes apostar que será menos hétero de lo que creíamos.
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