Especial artes visuales: Juana Gómez

El arte de las ramificaciones tejidas de Juana Gómez

 Por: Fraymar Pagua

Fotografías: Gentileza de Isabel Croxatto Galería y Michael Hoppen Gallery

 

 

Desde las hojas de libros nace la inspiración de Juana Gómez. De anatomía, arte, ilustración, antropología hasta literatura, todos están aglomerados cerca de su escritorio, cual tesoro invaluable. Lápices de mina y un café cargado, acompañan el ambiente de trabajo de la artista.

Las agujas y el género acompañaron su crecimiento, mientras repetía el legado familiar de su madre y su abuela… bordar. El muestrario de puntos que le asignaron de tarea en el colegio, terminó de afianzar ese amor por el tejido. “En la universidad presenté trabajos acumulativos textiles donde repetía una misma forma, la cortaba y la cosía. Trabajé en distintas escalas y siempre me ha gustado pensar en una técnica desde otro lado, porque estos trabajos que menciono lo hice para el ramo de pintura, pero yo me di el permiso de experimentar con lo textil, aunque no le gustara a mi profesor”, cuenta Juana.

La artista se distingue por bordar las ramificaciones del cuerpo humanos sobre fotografías, el proceso para una pieza puede durar entre tres semanas o varios meses. “Lo que busco transmitir son ciertas leyes o patrones que subyacen una multiplicidad de manifestaciones, vivas y no vivas. Nosotros estamos construidos bajo las mismas leyes físicas que determinan, por ejemplo, las formas de los ríos. Nuestros sistemas de flujo (sanguíneo, linfático, nervioso) tienen una correspondencia que va mucho más allá de lo visual con formas como el micelio de los hongos que recorren los bosques bajo tierra conectando las raíces de los árboles”.

Su serie “Constructal” fue usado con fines educativos en un congreso de anatomía el año 2016. Pero es el bordado de una mano al que denominó “Constructal 5”, con el que más se ha sentido más identificada. “Con esa obra me sentí cómoda. No le tenía ninguna fe porque fue un error de impresión. Me gusta porque es algo simple, poco pretensiosa”. Fue esta obra, la que le valió para que galerista inglés Michael Hoppen la invitara a realizar su tercera exposición individual, la primera en Londres, a la que llamó “Distaff”.

“Elegí el cuerpo porque me servía de mapa. Empecé bordando órganos, venas y arterias. Luego mi trabajo se fue complejizando, pasé de órganos individuales a sistemas completos. El cuerpo empezó a tener mayor preponderancia. Después ya no sólo bordaba mi imagen, mi cuerpo, sino el de mi hija, mi madre, mi abuela”, cuenta la artista, quien además detalla que gracias a los libros de antropología, sus favoritos, ha logrado develar la importancia del material textil en la vida del hombre.

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